Programa de Cáncer Urológico

El Programa de Cáncer Urológico está dedicado a promover una atención especializada e individualizada a pacientes con cánceres del área genital masculina, como son los de próstata y de testículo; así como de cánceres de vejiga, vías urinarias y de riñón, que pueden afectar tanto a hombres como a mujeres.


Trabajamos juntos para el paciente urológico. 


Nuestro equipo multidisciplinar, constituido por expertos en la patología, trabajando juntos, le van ofrecer el mejor abordaje en todas las fases evolutivas de la enfermedad: detección precoz, el tratamiento de la enfermedad localizada (cirugía, radioterapia, terapia focal con Ultrasonidos Focalizados de Alta Intensidad (HIFU) para cáncer de próstata), el diagnóstico molecular y  los tratamientos médicos más novedosos disponibles en la actualidad (hormonoterapia, inmunoterapia, terapias dirigidas, quimioterapia). 

Nos dedicamos también a acompañarle y cuidar de aspectos físicos y emocionales que le permitan vivir mejor con o después de haber superado la enfermedad; mediante el abordaje de la salud sexual, soporte psicológico, nutrición, ejercicio o rehabilitación. 



Preguntas Frecuentes 


Directora Programa de Cáncer Urológico

Dra. Begoña Mellado González



​​​​​​​ Programa de Cáncer Urológico

  • Horario: 

> Lunes a jueves: 10:00-13:00h i 15:00-19:00h

> Viernes: 9:00-14:00h



> Descubra más información sobre el:

Centro Integral Oncológico Clara Campal - HM CIOCC Barcelona




> Preguntas Frecuentes



¿Qué es el cáncer de próstata?

El cáncer de próstata es un tumor maligno que se origina en la próstata (una glándula del tamaño de una nuez que se encuentra debajo de la vejiga urinaria). Se trata de un tipo de cáncer muy frecuente. El riesgo de padecer la enfermedad aumenta con la edad y es uno de cánceres más comunes en hombres de edad avanzada en España. 

Debido a que existen formas de diagnosticarlo en fases muy iniciales y a que la esperanza de vida de la población cada vez es mayor, también aumenta la incidencia de la enfermedad. La mayoría se desarrollan lentamente y no causan síntomas. El cáncer de próstata de rápido crecimiento es menos común. La tasa de supervivencia es relativamente alta y sigue aumentando.

¿Qué pruebas se utilizan para diagnosticar y valorar la extensión del cáncer de próstata?

Para el diagnóstico un urólogo experto le realizará tacto rectal. Además, se le realizará una determinación en un análisis de sangre del antígeno prostático específico (PSA).  En caso de que se sospeche un cáncer de próstata se le deben hacer biopsias prostáticas guiadas por una ecografía transrectal (a través del recto). La resonancia nuclear magnética de la próstata puede ayudar a decidir si es necesaria la biopsia en algunos casos, guiarla y establecer la extensión de la enfermedad.

Según el criterio de su médico, puede ser necesario hacer un TAC abdominal o torácico-abdominal y una gammagrafía ósea. El PET colina es una prueba muy utilizada cuando se sospecha que la enfermedad está en actividad y no es posible detectarlo por otras técnicas.

¿Cuáles son las etapas de la enfermedad?

Hay diferentes etapas de cáncer de próstata:

El cáncer de próstata localizado: cuando el tumor se limita a la próstata. Puede ser un tumor T1 o T2, según su tamaño y localización.

En el cáncer de próstata localmente avanzado, el tumor ha crecido hacia el tejido de alrededor o los ganglios linfáticos alrededor de la próstata. T3 significa que el tumor ha crecido fuera de la cápsula de la próstata o hacia las vesículas seminales. Un tumor T4 significa que ha invadido el cuello de la vejiga, el esfínter urinario, el recto o el suelo pélvico.

El cáncer de próstata se puede diseminar a otros órganos o ganglios linfáticos fuera del área pélvica. Esto se llama enfermedad metastásica. La localización más frecuente de las metástasis son los huesos y es raro que se extienda a otros órganos, como el pulmón o el hígado.


¿Cómo se trata el cáncer de próstata?

En el presente apartado le ofrecemos una información general sobre los tipos de tratamiento, pero debe considerar que caso y cada paciente es diferente; por lo que la elección del tratamiento dependerá siempre de su situación individual. En ocasiones el equipo que le atiende le puede proponer distintas opciones, cada una con sus ventajas y desventajas. En ese caso su opinión será muy importante para la decisión.

En el cáncer de próstata localizado, en ocasiones se le puede proponer no hacer ningún tratamiento (vigilancia activa), hacer controles periódicos y tratar en caso de que la enfermedad avance. Si es necesario un tratamiento, puede hacerse mediante cirugía (prostatectomía radical), radioterapia o nuevas técnicas focales. 

Si se le diagnostica cáncer de próstata localmente avanzado, su médico puede recomendar tratar el cáncer prostatectomía radical o una combinación de radioterapia y terapia hormonal. 

En el tratamiento de cáncer de próstata metastásico existen diferentes tratamientos que ha demostrado actividad y mejoría en la supervivencia. El tratamiento hormonal es el más importante y es muy eficaz. Su médico le recomendará la mejor opción de tratamiento en cada momento y, si precisa, añadir o combinar diferentes tratamiento hormonales o no hormonales según precise la evolución de la enfermedad. También puede estar indicada la quimioterapia o el tratamiento con un radioisótopo.  La radioterapia puede ser útil para controlar el dolor o complicaciones óseas de la enfermedad. 


¿Por qué el tratamiento hormonal es importante en cáncer de próstata?

En el cáncer de próstata depende de las hormonas masculinas para poder sobrevivir. Sus células expresan un receptor, denominado el receptor de andrógenos, a las que se unen las hormonas masculinas (o andrógenos, entre los que la testosterona es el más importante). 

Cuando los andrógenos se unen al receptor, éste se activa, lo que tiene como consecuencia que las células proliferen y el tumor avance. Si los andrógenos no se unen al receptor, las células mueren y se frena el avanza del tumor.

Existen diferentes tipos de tratamientos hormonales para el cáncer de próstata, que pueden administrarse en función del momento en que esta se encuentre. En líneas generales, tienen como objetivo reducir al máximo los niveles de andrógenos en la sangre y/o evitar que estos se unan al receptor y, por tanto, frenar el crecimiento del tumor. 


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