En principio, al médico internista deben interesarle todos los problemas de los enfermos, y muy concretamente de la visión de estos como un todo, siendo consciente que habitualmente será necesaria la intervención de otros especialistas para poder llegar a diagnósticos correctos y poder efectuar tratamientos adecuados. Lo que más caracteriza a esta especialidad es este visión de conjunto y de síntesis.
La Medicina Interna, entendida como una especialidad, consiste en el ejercicio de una atención clínica, completa y científica, que integra en todo momento los aspectos fisiopatológicos, diagnósticos y terapéuticos con los humanos del enfermo, mediante el uso correcto de los recursos médicos disponibles.
El internista debe unir una amplia experiencia clínica, profundos conocimientos científicos y una capacidad de perfeccionamiento profesional, y a la vez, responsabilizarse en el cuidado personal y continuo de los enfermos que se encuentren bajo su atención.
El internista actúa como un consultor de otros especialistas y a la vez, es capaz de integrar las opiniones en beneficio del cuidado integral del paciente. La propia naturaleza de la Medicina Interna, que ocupa en un sentido integral e integrador, los procesos diagnósticos y terapéuticos de la enfermedad y de su expresión a través del enfermo; exige un auténtico conocimiento de las bases científicas de la fisiopatología y de los procedimientos diagnósticos y terapéuticos de las enfermedades internas en su sentido más amplio. Al internista, ningún proceso morboso o problema clínico que el enfermo padezca le puede parecer fuera de su responsabilidad, aunque, como es lógico, recae en la experiencia de otros especialistas siempre que sea preciso.
Medicina Interna - Equipo Médico
Dr. Andrea Farina
Dra. Eirana Acuña Rodríguez
Dra. Ainhoa Rex Guzmán